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A ñ o V ·
M a yo d e 2 0 1 4
Ahora que estamos
¡ Re s u c i t ó !
G e s t o Pa s c u a l
empezando...
o do s l o s al u m n o s y l o s e du c a-
do re s de l C o l e g i o , ac o m p añ a-
T do s p o r al g u n o s p adre s n o s
¿
re u n i m o s e n e l p at i o c e n t r al p ar a c e - Quién de ustedes, por más que se preocupe, puede alargar su vida? Y
l e b r ar j u n t o s l a Re s u r re c c i ó n de ¿ por qué preocuparse por la ropa? ¡Miren cómo crecen los lirios del cam-
po! No trabajan ni tejen, pero créanme que ni Salomón con todo su lujo
J e s ú s .
Un m o m e n t o de o r ac i ó n , de re - se puso traje tan lindo. Y si Dios viste así a la flor del campo que hoy está y
fl e x i ó n p e ro s o b re t o do s e n t i m o s qu e mañana se echará al fuego, ¿ no hará mucho más por ustedes, hombres de
S O M O S H E RM AN O S . poca fe? Mt 6, 27-30.
Estamos en Mayo. Apenas hemos vivido un cuarto del año y todavía faltan muchos
meses para completar el 201 4. Podríamos decir, y sería muy uruguayo hacerlo, que el
año todavía no ha comenzado o que apenas lo ha hecho. Lo que es seguro es que no
sabemos cómo será lo que nos reste por vivir en el mismo.
Generalmente cuando tenemos una actitud de agradecimiento lo hacemos mirando
hacia el pasado. Las gracias son por algo que ocurrió… un regalo que recibimos…
una palabra oportuna… unos oídos que nos escucharon… un hogar que nos recibió.
Hoy los invito a pensar en el resto del año, en lo que todavía no hemos vivido. Y los
| Pa ra r, Pe n s a r,
invito a agradecer por el año que vamos a vivir, por lo que todavía no ocurrió.
Ac t u a r | E s t a m o s e n
No es una invitación ingenua. Sabemos que en el tiempo que viene va a ocurrir de
ca m i n o | E d u ca d o re s todo, de lo bueno y de lo malo, de lo justo y de lo injusto, de lo gratificante y de lo
frustrante. Pero así es nuestro caminar por la vida. A veces vemos claro y a veces ve-
co n s t ru ye n d o . . . |
mos oscuro. A veces la vida nos sonríe y a veces creemos que nos da vuelta la cara.
Le m a a n u a l : “ S o m o s
Jesús en la cita evangélica del comienzo arroja luz a esta reflexión. Jesús nos invita a
H e rm a n o s ” | confiar en un Padre que nos quiere y nos cuida. Que sabe mejor que nosotros mismos
lo que nos pasa, lo que no entendemos, lo que realmente necesitamos. Y está en noso-
B i b l i o t e ca | I n t e g ra t a
tros confiar como un niño pequeño confía ciegamente en sus padres.
| Pa s o a Pa s o p o r
Por esa razón seamos agradecidos, cultivemos esa actitud y enseñemos a nuestros
D i o n i s i o D ía z : p o n e t e compañeros, hijos y alumnos a hacerlo. Demos gracias por el pasado, por el presen-
te. . . y por el futuro. . .
l a ce l e s t e |
R o d o l f o T i s n é s