Educación Primaria - Área Pastoral

La pastoral en la escuela es para la Iglesia un espacio de encuentro con la realidad, un lugar para transmitir contenidos, pero también para la experiencia y construcción del Reino de Dios.


Reconocemos la diversidad de los destinatarios de la evangelización y las diferencias de sus procesos.


Es por esto que a los largo de los años de educación primaria nuestros niños tiene la posibilidad de adquirir contenidos así como vivir experiencias que crean un espacio adecuado para el crecimiento espiritual y la conciencia de trascendencia.


A través de las distintas instancias de catequesis, experiencias de solidaridad, campañas de apoyo a instituciones y acercamiento a lo más necesitados, fomentamos en el niño la capacidad de trascender más allá de sus propios intereses y descubrir a Jesús presente en lo cotidiano. La preocupación por los “más pequeños” ha sido siempre una acentuación de nuestro fundador.


La presencia del maestro en la catequesis asegura una continuidad entre el espacio de evangelización explícita y el mundo de lo académico lo que sabemos se convertirá en una experiencia futura de unión entre fe y cultura.


El catequista, como otros educadores también colabora en los proyectos transversales de la educación de los niños dando su aporte específico.


Por todo lo expresado es que proponemos de primero a tercer año una hora de catequesis en la mañana y otra en la tarde con un enfoque más vivencial. En tercer año los chicos que no se han bautizado y desean hacerlo son preparados para recibir este sacramento junto sus padres. Los demás niños que lo deseen renuevan sus promesas bautismales.


En cuarto año con la misma carga horaria y características que los años anteriores. Los niños que lo desean se acercan al Sacramento de de la Reconciliación. Para recibir este sacramento compartimos la Jornada del Abrazo, una experiencia de campamento, reflexión y alegría donde los niños se acercan a recibir el abrazo de Dios y de la comunidad.


En quinto año se preparan para recibir el Sacramento de la Primera Comunión. Los que lo desean recibirán a Jesús en pan y vino por primera vez, luego de vivir la Jornada del Pan, una experiencia de reflexión, interioridad y alegría en la casa de Lagomar durante dos días.